Alemania se prepara para un posible racionamiento del gas en caso de que se interrumpan completamente las entregas desde Rusia y en previsión de no poder llenar los depósitos antes de que llegue el otoño. El Gobierno alemán ha elevado este jueves a una segunda fase el nivel de alarma tras los recientes recortes en el suministro de gas, que han reducido a poco más de un tercio la cantidad de hidrocarburo que llega por el principal gasoducto que todavía está operativo, el Nord Stream 1. Este segundo nivel se activa cuando el Gobierno observa un riesgo alto de suministro de gas insuficiente a largo plazo y permite, por ejemplo, a las empresas subir los precios a los usuarios para reducir la demanda. Sin embargo, el ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck, ha asegurado que de momento no se activará esa cláusula. “El gas es a partir de ahora un bien escaso”, anunció.
El ministro de Economía y Clima, Robert Habeck, anuncia que el hidrocarburo se ha convertido “en un bien escaso” y pide a los alemanes que ahorren en la medida de sus posibilidades